A la opinión pública

Durante mi carrera como empresario siempre he tenido la misión de que mis emprendimientos y proyectos tengan una visión social. Desde hace más de 20 años que decidí acompañar en su lucha al ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, tuve la convicción de que el gobierno, así como los poderes legislativos, deben tener como única prioridad el bienestar del pueblo y la justicia social.

Estas causas, que he abanderado desde el primer cargo público que ostenté, se han mantenido intactas hasta hoy.

En 2018 adquirí un compromiso con la sociedad de representar sus intereses y velar por sus necesidades desde el Senado de la República, lugar que con su voto y respaldo logré ocupar con orgullo, pero también con un sentido de responsabilidad y lealtad hacia el pueblo bajacaliforniano.

Un año después tomé la decisión de traer la Cuarta Transformación al estado que más quiero y al que le debo todo: Baja California, y en una exitosa jornada electoral, el pueblo decidió confiar en mi persona y en nuestro proyecto para gobernarlos, cargo que desempeñé con absoluta entereza y honestidad, y con el cual logramos lo que ningún otro gobierno en más de 30 años: poner el poder al servicio del pueblo.

Tras 2 años de trabajo sin descanso y proyectos concretados, mi vocación de servicio y la responsabilidad de seguir cumpliendo con el cargo para el que fui electo en 2018, regresé al escaño de representación popular que me correspondía.

Aquellos quienes perdieron todos los lujos del poder, quienes le hicieron tanto daño al estado y a quienes echamos de sus lugares de privilegio con nuestro proyecto de transformación, impugnaron hace un mes mi regreso a representar los intereses del pueblo desde el Senado.

Ante esta situación, la Sala Regional Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha decidido dar validez a estas impugnaciones, frente a lo cual es mi deber y derecho aclarar:

  1. Se promovieron dos juicios contra mi reincorporación al Senado de la República ante la Sala Regional Guadalajara, misma que no debió admitirlos ya que los promoventes no cuentan con personalidad ni legitimidad suficientes para ello.
  2. El acto de reincorporación es un acto parlamentario emitido por la Mesa Directiva del Senado de la República, por lo cual no es materia electoral, ya que se trata de la integración misma del Senado, por lo que en efecto ambos medios de impugnación son improcedentes de conformidad con el artículo 10, inciso h), de la LEY GENERAL DEL SISTEMA DE MEDIOS DE IMPUGNACIÓN EN MATERIA ELECTORAL.
  3. El artículo 125 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala que ningún individuo podrá desempeñar dos cargos de elección popular a la vez, situación que en este caso no se presenta, pues en ningún momento se desempeñaron simultáneamente, toda vez que se solicitaron las licencias adecuadas y necesarias; aunado a esto, ni la Constitución o alguna otra ley señala que de elegir uno, se renuncia al otro, ya que esto vulneraría no solo mis derechos, sino los de la ciudadanía que nos respaldó con su voto.
  4. Finalmente, la resolución de la Sala Regional Guadalajara no es definitiva pues se cuenta con la instancia ante la Sala Superior del Tribunal Electoral, y, en su caso, será facultad del propio Senado, como Poder Autónomo de la Unión, la separación o reincorporación de un servidor a sus funciones como senador.

Confío plenamente en que las autoridades, en pleno apego a la ley y respeto a mis derechos y garantías, así como a la autonomía y decisión del pueblo bajacaliforniano, tomarán el curso adecuado.

Tengan por seguro que seguiré trabajando siempre por defender este proyecto de nación desde cualquier trinchera en Tijuana y Baja California, y que mis valores y principios de lucha por los que menos tienen seguirán siendo mi mayor motivación.

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